Este vino es un ensamblaje meticulosamente elaborado con un 80% de Tinta de Toro y un 20% de Garnacha, variedades que reflejan la riqueza de la región. Proveniente del pago de Bocarrage, una parcela plantada en 1968, este caldo es el resultado de una vendimia manual realizada con sumo cuidado en cajas de 20 kg durante la quincena de septiembre, asegurando la óptima madurez de cada racimo. La crianza de este vino se extiende por 12 meses en barricas de roble francés, seguido de otros 12 meses de reposo en botella, lo que contribuye a su redondez y equilibrio. Se destaca por su decisión de omitir la estabilización tartárica, lo que sugiere un enfoque en mantener la pureza y la expresión auténtica del terroir. Antes del embotellado, se realiza una filtración muy ligera para preservar la integridad del vino. Este vino es un testimonio de la tradición y la meticulosidad, destinado a aquellos que aprecian la autenticidad y la complejidad en su copa.