Pauillac es un terruño predilecto para la Cabernet Sauvignon, que compone con la Merlot vinos de un distintivo equilibrio, con armonía entre potencia, elegancia y sedosidad. La máxima expresión de esta singular distinción es sin duda el Château Lafite-Rothschild, cuyos vinos atesoran una complejidad inigualable. Nariz intensa, delicada, sutil y compleja. Paladar preciso y muy claro en un comienzo que luego adquiere amplitud y volumen dando lugar a sensaciones muy redondas. Muy potente, de gran persistencia y densidad, muy elegante.